Se supone que nuestros hogares sean refugios seguros, especialmente hoy ante el brote del coronavirus. Pero, para las personas que sufren violencia doméstica, la distancia social significa quedar atrapadas con su abusador.
A medida que las ciudades alrededor de los Estados Unidos, e inclusive del mundo, se encierran, los activistas se preocupan de que los intentos de refrenar el coronavirus inadvertidamente ocasionen un incremento en la violencia doméstica.
Según los especialistas en violencia doméstica, ésta ya es una epidemia mortal. Una de cada tres mujeres alrededor del mundo experimenta violencia física o sexual, mayormente por parte de su pareja, según la Organización Mundial de la Salud (WHO). Como la WHO hace notar: ¨Esto lo convierte en el más difundido, pero está entre los abusos de derechos humanos menos reportados¨. La violencia de género tiende a incrementarse en las emergencias y conflictos humanitarios; ¨también los cuerpos de las mujeres se convierten en campos de batalla¨.